domingo, 13 de junio de 2010

Lo que faltaba



Y apareció Lola. Quiso que nos viéramos. Y yo pensé "todas menos Lola, cualquiera menos ella". Lola, lolita; tan joven entonces como turbadora su llamada de hoy. "Soy demasiado viejo para ti, mi niña" le dije. Ella me respondió que entonces le había dicho que era ella demasiado joven para mí, que ese cambio significaba algo, no sabía el qué, pero habían cambiado las cosas. "Yo ya no soy tan joven, tampoco creo que lo fuera entonces y tú no eres viejo, solamente te sientes así, y lo haces porque tienes miedo. El miedo te hace envejecer, Alvarez. ¿No quieres volver a tener veinticinco años?"

Es lista. Lola es un felino acostumbrado a cazar porqués y a devorar certezas. Si la dejaba hablar acabaría acorralado y estaría en sus manos. Si quedaba una sola vez con ella me hundiría en su embrujo como lo haría un elefante en un pozo de brea, lenta y asfixiantemente, dejaría de ser yo para ser parte de su mundo. No se le puede decir que no a Lola, a su seguridad y a su firmeza, a su belleza descomunal, insultante, infernal e inevitable, una belleza que es como la silla eléctrica de un museo: te dicen que no te pasará nada si te acercas pero nunca acabas de fiarte del todo.

Me moría de ganas de tenerla delante, de abofetearla por haber entrado en mi vida precisamente ahora que la necesitaba para olvidar otra piel, otros ojos, otra boca. Dicen que un clavo saca otro clavo, pero Lola haría arder toda la madera. Yo lo sabía, lo sabía como sé que seré débil y quedaré con ella un día de éstos.

Lola, lolita. A tu lado me siento el hombre más viejo del mundo. A tu lado me siento el hombre más afortunado del mundo. Esta vez voy a hacer las cosas bien. Esta vez no lo tendrás tan fácil.

4 comentarios:

  1. Jajaaj ¿hacer las cosas bien es ponérselo difícil?. Si al final los hombres no sois tan diferentes de las mujeres.

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  2. ... La punta de la lengua emprende un viaje de tres pasos desde el borde del paladar para apoyarse, en el tercero, en el borde de los dientes. Lo-Li-Ta...

    Vamos, que, a juzgar por tu desaparición de la blogosfera esa, estás más que entretenido!

    Por cierto, la de ahora está bien... pero me alucinaba la foto que tenías antes en la cabecera del blog.

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  3. Bueno y qué tal ha ido??
    Me gusta tu nueva imagen.
    Besitos

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  4. Amaranta, la única forma de hacer las cosas bien que conozco es no presentarse a la cita.

    Luz de mi vida, fuego de mis entrañas, pecado mío, alma mía... Pola (ita).

    Qué tal ha ido? Mejor ni te cuento. ¿Por qué me pasarán a mí estas cosas?

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