domingo, 4 de julio de 2010

Cojo carrerilla


Por fin lo he decidido. Voy a seguir los consejos de Amanda y voy a convocar a la innombrable y le voy a decir que tenemos que dejar de comunicarnos todo el verano. Cero. Sé que con eso, el otro ocupará todo su mundo, incluso esa parte que aún creo tener yo. En cierta forma, dejar de hablar con ella es dejarle el camino libre al otro para sustituirme en esa fantasía en la que somos "amigos".

Renuncio. Renuncio al pasado, al presente y su futuro. Renuncio a saber de ella, a estar ahí cuando me necesita. ¿Acaso está ella cuando la necesito? Bueno, vale, sí lo está (pero no compensa).

Necesito desengancharme de ella para poder hacer cosas por mí mismo. Tengo que dejar de pensar que es posible volver.

Espero que después de quince días sea yo el que no quiera volver.

He quedado el martes para decírselo. Si me pone excusas de última hora se lo digo por teléfono. No estoy para hostias.

14 comentarios:

  1. Suerte, desde luego te va a hacer falta suerte. Esas cosas son dificiles de decir, de decidir y de aceptar. En ocasiones nuestra mente queire algo y el corazón (que tiene muchas armas para ganar la partida) tiene otras intenciones.

    Sea loq eu sea que pase que sea para bien.

    Un saludo

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  2. Gracias Carlos por desearme suerte. Como ya hace cuatro meses que se acabó y esto cada vez va degenerando más, al final creo que todo va cayendo por su propio peso.

    Suerte también a tí.

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  3. Ánimo :)
    Haz el esfuerzo, porque merecerá la pena.

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  4. Esto es un ejercicio de control sobre nuestros sentimientos, sobre nuestros actos y lograrlo nos hace sentir más seguros, más fuertes, más reconfortados, menos infelices. Lograrlo sólo te dará satisfacción. Porque tomar una decisión y llevarla hasta el final sólo tiene ese resultado. Eso sí, la decisión debe ser algo querido por nosotros.

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  5. Muy claro lo tienes entonces, mira yo voy a hacer lo mismo con uno que yo me sé.
    Espero que sea igual de fácil decirlo que hacerlo.

    Pdt. Díselo por teléfono....

    Un besazo.

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  6. Amaranta, espero nunca dominar los sentimientos pero sí dominar lo que pueda hacer. Creo que si hay algo que realmente nos hace humanos, y seres libres, es la capacidad de no dominar los sentimientos. Otra cosa es realizar acciones para evitar consecuencias.

    Espero que siempre la alegría me sorprenda, la tristeza me haga ser solidario, el miedo me dé fuerzas para ser valiente, que la rabia me movilice contra las injusticias. Espero no dominar nunca los sentimientos porque ellos me hacen vivir con mayúsculas.

    Si hay algo incontrolable son los sentimientos.

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  7. Suerte, princesa. Escúchate y haz lo que te dicte el corazón.

    Y sí, lo haré por teléfono.

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  8. Alvarez, si le hago caso al corazón creo que seré yo la tia mas tonta del mundo. Intento dejar de escucharlo, no sé si lo conseguiré pero de momento va funcionando.

    La del teléfono es la mejor opción.

    Un beso.

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  9. Yo coincido con Princesa en que si yo hiciera caso a mi corazón y no a mi lógica haría el "imbécil" más aún de lo ya hecho....
    Creo que en según que casos (y el tuyo es uno de ellos), es mejor no hacer caso al corazón para nada, ahora tampoco es cuestión de "echarlo de tu cuerpo" como en la foto...a fin y a cuentas se servirá para otras veces..para está YA no!!!

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  10. Jeje, lo más tonto es continuar ahí, botando el corazón contra el suelo como si fuera una pelota de baloncesto, a la espera de pasarlo. Vaya dos tontos somos, Princesa.

    El teléfono pero fuera de horario de trabajo.

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  11. Pilar, a mí la imagen que me viene es la de un martillo de esos del lanzamiento olímpico con un grito de final así a lo ibérico: "...aaaaaaaaaa tomar por culo!" pero entiendo que no va a ser tan fácil.

    En fin.

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  12. Dominar los sentimientos no tiene nada que ver con dejar que la alegría nos sorprenda, con el que el miedo temple nuestros nervios y nos ayude a encarar la vida, con que las injusticias nos lleven a solidarizarnos con aquellos que la sufran. Dominar los sentimientos tiene que ver con no dejarlos que invadan nuestras decisiones y que nos obsesionen hasta el punto de vetarnos para vivir. Supongo que he sido imprecisa y me has tomado como alguien frio y calculador, incapaz de empatizar con el prójimo y de sentir más allá de lo que me interesa, al fin y al cabo no nos conocemos más allá de las palabras. Pero por lo menos permíteme precisar lo que te he querido transmitir.

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  13. Te vendrá bien poner distancia. Valor, y al toro! Mucha suerte!!

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